Me molesta el olor de la mariguana que alcanzo a percibir por lo menos una vez a la semana cuando voy caminando por las calles de Nuevo Laredo. Obvio, no es en todas partes, tampoco estoy generalizando. Lo que sí me preocupa mucho es que el consumo (y por consecuencia, la venta, distribución, almacenamiento, etc.), se esta convirtiendo en algo normal. No tengo nada en contra de la mariguana, o de la droga en sí, simplemente me llama la atención que esta es consumida por individuos que no son capaces de controlar su uso recreativo, y genera problemas sociales como el vandalismo o la territorialización de los cárteles en ciertas colonias de la ciudad, el aumento paulatino de la militarización y más que nada, la sensación de inseguridad y desconfianza entre la gente.
Este tema del narcotrafico deja muchas cosas que decir. Mucho tiene que ver el gobierno en la legalización de la droga, mucho tiene que ver el poder de los cárteles para que se inicien los procesos de legalización, mucho tiene que ver tambien la ausencia del poder público, del poder que el pueblo todavía no ha reconocido que tiene para modificar este panorama sombrío que día con día se vuelve más negativo.
Estoy consciente de que mi opinión es incompleta. No soy un experto en el tema. Esta opinión es solamente una observación cotidiana que hago en mi vida.
Este tema del narcotrafico deja muchas cosas que decir. Mucho tiene que ver el gobierno en la legalización de la droga, mucho tiene que ver el poder de los cárteles para que se inicien los procesos de legalización, mucho tiene que ver tambien la ausencia del poder público, del poder que el pueblo todavía no ha reconocido que tiene para modificar este panorama sombrío que día con día se vuelve más negativo.
Estoy consciente de que mi opinión es incompleta. No soy un experto en el tema. Esta opinión es solamente una observación cotidiana que hago en mi vida.
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